Flamenca, bohemia y mora

Veranos de Granada... música , incienso , sentír flamenco y arabe, olor a ricos galanes de noche, jazmines... cuestas empedradas que simulan pasadizos de cal y balcón... Muros de casas moras que nos traen el frescor de las piedras de sierra Elvira, tímidas farolas que alumbran las noches de los meses de la chicharra,

Siluetas de chumbera y olivo , siluetas que dibujan el cielo andaluz, un cielo repleto de luceros , reflejado en las noches de plata albaicineras, mil azules, grises y colores anacarados se entremezclan en el barrio blanco granadino haciendo del propio un universo de fantasía.

Que buenas las noches en este barrio, gente de todas formas, estilos, color.... la mezcla de cultura se hace notar, las musicas del nundo abundan en sus callejas y plazas, guitarra , timbal..., buen vino, buen comer... menudo el remojón de María Martirio y menudo el jamón del Ceferino.

La noche se vuelve para los bohemios, para los jovenes deseosos de jolgorio y para los que necesitan amar. Cada rincón se convierte en idílico para un beso robado repleto de pasión, los paseos por las inacabables cuestas nos abren los ojos , como buhos, ojos espectantes de lo que nos rodea en las mil noches albaicineras, todo nos evoca poesía... leyenda, pasión.

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MLT