SUERTE Y PROTECCION

Un buen número de cofradías en Sevilla están estrechamente vinculadas al toreo por diferentes motivos. La del Baratillo, por tener su capilla en el barrio del Arenal, en la calle Adriano, junto a la Maestranza. Los diestros antiguos antes de entrar en la plaza hacían un alto ante la Virgen de la Caridad para pedir suerte y protección. El afamado diestro Pepe-Hillo regaló a la Hermandad una talla de San José. El Miércoles Santo, los nazarenos de esta cofradía tienen un privilegio especial, al no haber suficiente espacio en la capilla, se reúnen (tras el permiso previo de los maestrantes), dentro de la plaza de toros antes de iniciar la estación de penitencia. Se vanagloria José Varona, hermano del Baratillo y excelente aficionado a los toros, de que los nazarenos de su cofradía sean los únicos que llevan albero del ruedo maestrante en sus zapatos de nazareno.Otra cofradía torera, sobre todo de barrio torero por excelencia, es la de San Bernardo. En ella son hermanos toda la saga de los Vázquez: Pepe Luis, sus hijos, su difunto hermano Manolo también procesionó con la hermandad y también es cofrade de esta hermandad el recordado y admirado Diego Puerta, aunque este año ha tenido que conformarse con ver pasar la procesión debido a su achaque del corazón que sufrió el mes pasado. En el siglo XIX, el legendario Tato fue Hermano Mayor de San Bernardo.Cristos y Vírgenes de especial devoción por parte de los toreros son el Gran Poder, El Cachorro, La Esperanza de Triana y La Esperanza Macarena. Las esmeraldas que lleva en su pecho La Macarena, las donó a la Hermandad Joselito El Gallo, y tras morir José en Talavera, la Virgen vistió de luto al llegar la Semana Santa. Otro torero, Ignacio Sánchez Mejías, llevó la Cruz de Guía muchos años. Infinidad de toreros y ganaderos han mostrado su fe religiosa con sus actos de penitencia en distintas hermandades. De La Esperanza de Triana son o han sido hermanos Emilio Muñoz, Paquirri, su hijo Rivera Ordóñez y su abuelo Antonio Ordóñez, que además fue Hermano Mayor de la Soledad de San Lorenzo. Juan Belmonte sintió especial pasión por El Cachorro; Chicuelo y Manolo Vázquez, entre otros muchos, por El Gran Poder; Manolo González y sus hijos, por la Trinidad; y Joselito El Gallo, como indicamos antes, por La Macarena.